Si vas al Reina Sofía, tienen un servicio de ¿mediadores? museísticos que por el precio de la entrada te podrán explicar mucho mejor que yo los fundamentos del arte contemporáneo
La forma de saber si lo "entiendes" es si no te deja indiferente, pero para comprenderlo muchas veces hay que ir un poco mas lejos, e interesarse por el contexto de la obra. En los dos casos que habéis mencionado:
La Fuente de Marcel Duchamp. Esto empieza antes, pero con la llegada de la fotografía y el cine, la pintura perdió parte de su función como retratista y avanzó por otros caminos a parte de la figuración, por ejemplo, intentando intensificar el mensaje por distorsión (expresionismo), retratar el movimiento (futurismo) o trasladar sobre el plano las distintas caras de un cuerpo (cubismo). Otro impulsor fue Freud con su visión de la mente humana y su subconsciente, así como otras corrientes sociológicas y psicológicas que dieron movimientos como el dadaísmo o el surrealismo.
En la fuente, pertenece a uno de los enfant terribles del arte de principios del siglo XX, Marcel Duchamp. En un contexto histórico en el que hervían las vanguardias, Duchamp puso un urinario en una galería de arte para decir que cualquier cosa puede ser arte (como décadas después sucedió con el Pop). Hoy en dia, como ya se ha hecho, no tiene tanto impacto, pero en su momento, solo por lo provocador que fue... Hay que reconocérselo...
Mierda del Artista de Piero Manzoni: dado que cualquier cosa puede ser arte, y por lo tanto, sujeto a compra, venta y especulación, empezaron a surgir artistas por doquier cobrando millonadas por sus obras (debido a modas, snobismo y especulación). Una cosa parecida ocurre hoy en dia con Hirst, con sus animales metidos en formol, calaveras de diamantes... Con este motivo como denuncia, Manzoni enlató supuestamente sus propias heces y lo puso a la venta a precio del oro. Paradójicamente hoy valen mucho más.
Aquí lo importante es el concepto, la posibilidad de comercializar las heces como parte de la creación del artista. Es parecido a lo anterior pero más refinado, Duchamp abrió el camino para este discurso 50 años después.
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