¡Serendipia, serendipia!
Ahora que estoy arrastrando los coletazos de la gripe, me he visto las dos primeras temporadas (aún estoy... ejem... pidiendo prestada la tercera). Es adictiva la serie, creedme.
Ciertamente, aparte de la historia de ciencia-ficción e intriga (con los cylons que parecen humanos y nadie sabe quienes son y demás), que a mi me parece estupenda, el refrito mitológico es muy interesante. Imagino que gran parte de la gracia está en lo que no explican, porque, al no dejar claro nunca cómo está estructurada la religión, cuántos dioses hay ni qué leyendas y mitos tienen, es muy fácil ir añadiendo cosas nuevas sobre la marcha sin que chirríen.
Pero, sobre todo, hay un pequeño detalle que me encanta: los hexágonos y octógonos. Prácticamente todos los objetos cotidianos tienen una de estas dos formas: los papeles, planos, fotos y libros son octogonales, las botellas, las placas de identificación, e incluso las pesas son hexagonales. Me parece una forma muy bonita de darle un toque distinto a la sociedad reflejada, hacer que se vea "futurista" con ese tipo de detalles, totalmente intrascendentes, pero que visten mucho.
|