Haber métodos, los hay... el recuerdo auténtico y la mentira se pueden distinguir mejor, porque la memoria se activa de manera diferente al recordar que al inventar, y las diferencias en el relato (cuando sabes qué buscar) se detectan con facilidad. Si en cambio se trata de un falso recuerdo, es más complicado, y hay que buscar inconsistencias, dentro de lo narrado, entre diferentes narraciones, o entre lo narrado y la emocionalidad asociada, pero no es imposible. Lo más difícil es cuando alguien cuenta algo que realmente ocurrió y sólo cambia pequeños detalles, y aún así, se puede detectar con algo de experiencia y mala idea. El testimonio que Lorena Bobbit dio en su juicio, por poner un ejemplo famoso, era probablemente un hecho real, sólo que situado en un momento muy anterior a cuando ella dijo que pasó.

También hay ciertas alucinaciones o ilusiones que cuando alguien te las cuenta te disparan la señal de alarma (como lo que dices de la chica del móvil) porque son sintomatología clásica de trastornos psicóticos.

Alguna cosa se escapará, claro (sobre todo cuando la persona conoce las técnicas, malditos picapleitos), pero con entrenamiento, pillas a casi todos... la memoria funciona según unos patrones comunes, que están bastante estudiados, y sus disfunciones más habituales son muy conocidas también, sabiendo eso puedes captar las desviaciones y deducir qué las produce... como diría Miss Marple, "la naturaleza humana es la misma en todas partes".

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Estoy entre la Luz y la Oscuridad, pero no importa, porque soy lo que hay entre la Luz y la Oscuridad.