71 comentarios en «Yo jijeo, tú jijeas…»

  1. Ya!.

    …Y «jejear» es reirse con una risita irónica; «jajear», reirse estrepitosamente de algo; «jojear», reirse por lo bajinis, y «jujear»… bueno, «jujear» no debe de existir, me parece.

    Pongamos esta amable definición en la misma categoría que «cederrón», «güisqui», y otros palabros semejantes inventados por la que «Limpia, Brilla y Da Esplendor». A ver cuándo se enteran de que el lenguaje evoluciona como le da la real gana a los que lo hablan, no como diga la Academia, se pongan como se pongan. La Academia debe ser exclusivamente el notario de lo que pasa, no el árbitro. Si quisieran hacer algo de provecho, podrían examinar seriamente las proposiciones para actualizar la ortografía de la lengua de alguien tan poco sospechoso de ser zafio e inculto como Gabriel García Márquez. Un ejemplo: eliminar ora la be ora la uve. Si ambas se pronuncian igual, ¿para qué rayos sirven dos diferentes? Lo mismo de la ge (en ge y gi) con la jota. Si ya tenemos la españolísima jota (además de la aragonesa), ¿para qué seguimos usando la g para decir j?. Etc.

    Y ésta es mi opinión personal, yo, que presumo de escribir con cero faltas de ortografía y de ser un rato leído…

    Buen finde

  2. Macluskey, no estoy de acuerdo contigo. La Real Academia no impone normas porque sí, sino que hace lo que tú dices que no hace: recoger los usos del idioma y ponerlos en limpio. La Lengua es un instrumento de uso compartido por unos cuatrocientos millones de personas y lo que se intenta es que con la herramienta de la Lengua común nos entendamos lo mejor posible (repito: posible). Los términos, definiciones y normas gramaticales recogidos por la Academia en sus diversos dicinarios, manuales, etc. están avalados por un uso mayoritario de hablantes, no por caprichos particulares o modas de temporada primaveral, que está muy bien que existan, pero no que pretendan imponerse como usos «oficiales» porque acabaríamos por no entendernos.
    Siempre se esgrime a Gabriel García Márquez como arma de apoyo a tu tesis pero ni siquiera él es consecuente con sus propuestas. Además, me parece que hay algún que otro escritor en lengua española que no está de acuerdo, ¿verdad?
    Un abrazo.

  3. Macluskey eres un cascarrabias, pero eso no es malo.

    Lo malo es que además te contradices. Los palabros cederrón y güisqui fueron intentos de la RAE por establecer una coherencia entre la pronunciación de las palabras y su ortografía. Es decir, exactamente lo mismo que propuso García Marquez en Zacatecas, y que tu retomas.

    Y por cierto, que tú, a pesar de tus muy abundantes y sin duda profundas lecturas, no conozcas el verbo jijear no significa que no exista ni sea fruto del habla natural. Mira, te regalo dos palabras que no conocías y que a lo mejor te sirven: cazcalear y saltacharquillos.

    Y ésta es la opnión personal de un tipo como yo, que es abiertamente condescendiente, cascarrabias y borde, pero que no se jacta de nada en particular.

    Por cierto, otro día me cuentas qué tiene de españolísima la letra jota. Hoy tengo prisa.

  4. Mejor que andar jijeando, yo prefiero andar jacarandeando. 😉

    Jácara:
    1. f. Romance alegre en que por lo regular se contaban hechos de la vida airada.

    2. f. Cierta música para cantar o bailar.

    3. f. Especie de danza, formada al tañido o son propio de la jácara.

    4. f. Junta de gente alegre que de noche anda alborotando y cantando por las calles.

  5. Macluskey, me parece que eres un poco incoherente. Por un lado reclamas que la RAE se limite a recoger cómo habla la gente. Por el otro reclamas que fijen las normas de ortografía. ¿En qué quedamos? Si se limitan a recoger cómo habla la gente, que es lo que hace esa banda de vagos, también tendrán que limitarse a recoger la forma de escribir. Hala, cada uno a escribir como se le cante y al carajo las normas de ortografía, de las que, además, presumes ser un fiel cumplidor.

    Ojo, no es que me parezca mal, yo soy de los que creen que cada uno tiene que hacer lo que le dé la gana. Es sólo para que te des cuenta de que hay una cierta incoherencia en tu ideario.

    Saludos.

  6. Este debate sobre la utilidad de la ge, la jota… me recuerda a uno de los mejores artículos de opinión que leído nunca, del genio Gabriel García Márquez. No os lo perdáis, de verdad, que no os asuste el tamañó ;D

    Botella al mar para el dios de las palabras

    A mis doce años de edad estuve a punto de ser atropellado por una bicicleta. Un señor cura que pasaba me salvó con un grito: Cuidado! El ciclista cayó a tierra. El señor cura, sin detenerse, me dijo: Ya vio lo que es el poder de la palabra? Ese día lo supe. Ahora sabemos, ademas, que los mayas lo sabían desde los tiempos de Cristo, y con tanto rigor, que tenían un dios especial para las palabras.
    Nunca como hoy ha sido tan grande ese poder. La humanidad entrará en el tercer milenio bajo el imperio de las palabras. No es cierto que la imagen esté desplazándolas ni que pueda extinguirlas. Al contrario, está potenciándolas: nunca hubo en el mundo tantas palabras con tanto alcance, autoridad y albedrío como en la inmensa Babel de la vida actual. Palabras inventadas, maltratadas o sacralizadas por la prensa, por los libros desechables, por los carteles de publicidad; habladas y cantadas por la radio, la televisión, el cine, el teléfono, los altavoces públicos; gritadas a brocha gorda en las paredes de la calle o susurradas al oído en las penumbras del amor.
    No: el gran derrotado es el silencio. Las cosas tienen ahora tantos nombres en tantas lenguas que ya no es fácil saber como se llaman en ninguna. Los idiomas se dispersan sueltos de madrina, se mezclan y confunden, disparados hacia el destino ineluctable de un lenguaje global.

    La lengua española tiene que prepararse para un ciclo grande en ese porvenir sin fronteras. Es un derecho histórico. No por su prepotencia económica, como otras lenguas hasta hoy, sino por su vitalidad, su dinámica creativa, su vasta experiencia cultural, su rapidez y su fuerza de expansión, en un ámbito propio de diecinueve millones de kilómetros cuadrados y cuatrocientos millones de hablantes al terminar este siglo. Con razón un maestro de letras hispánicas en los Estados Unidos ha dicho que sus horas de clase se le van en servir de intérprete entre latinoamericanos de distintos países. Llama la atención que el verbo pasar tenga cincuenta y cuatro significados, mientras en la república del Ecuador tienen ciento cinco nombres para el órgano sexual masculino, y en cambio la palabra condoliente, que se explica por sí sola, y que tanta falta nos hace, aun no se ha inventado. A un joven periodista francés lo deslumbran los hallazgos poéticos que encuentra a cada paso en nuestra vida doméstica. Que un niño desvelado por el balido intermitente y triste de un cordero, dijo: «Parece un faro». Que una vivandera de la Guajira colombiana rechazo un cocimiento de toronjil porque le supo a Viernes Santo. Que Don Sebastián de Covarrubias, en su diccionario memorable, nos dejo escrito de su puño y letra que el amarillo es el color de los enamorados. ¿Cuántas veces no hemos probado nosotros mismos un café que sabe a ventana, un pan que sabe a rincón, una cereza que sabe a beso?

    Son pruebas al canto de la inteligencia de una lengua que desde hace tiempos no cabe en su pellejo. Pero nuestra contribución no debería ser la de meterla en cintura, sino al contrario, liberarla de sus fierros normativos para que entre en el siglo veintiuno como Pedro por su casa.

    En ese sentido, me atrevería a sugerir ante esta sabia audiencia que simplifiquemos la gramática antes de que la gramática termine por simplificarnos a nosotros. Humanicemos sus leyes, aprendamos de las lenguas indígenas a las que tanto debemos lo mucho que tienen todavía para enseñarnos y enriquecernos, asimilemos pronto y bien los neologismos técnicos y científicos antes de que se nos infiltren sin digerir, negociemos de buen corazón con los gerundios bárbaros, los ques endémicos, el dequeísmo parasitario, y devolvamos al subjuntivo presente el esplendor de sus esdrújulas: váyamos en vez de vayamos, cántemos en vez de cantemos, o el armonioso muéramos en vez del siniestro muramos. Jubilemos la ortografía, terror del ser humano desde la cuna: enterremos las haches rupestres, firmemos un tratado de límites entre la ge y jota, y pongamos más uso de razón en los acentos escritos, que al fin y al cabo nadie ha de leer lagrima donde diga lágrima ni confundirá revolver con revólver. Y que de nuestra be de burro y nuestra ve de vaca, que los abuelos españoles nos trajeron como si fueran dos y siempre sobra una?

    Son preguntas al azar, por supuesto, como botellas arrojadas a la mar con la esperanza de que les lleguen al dios de las palabras. A no ser que por estas osadías y desatinos, tanto él como todos nosotros terminemos por lamentar, con razón y derecho, que no me hubiera atropellado a tiempo aquella bicicleta providencial de mis doce años. [ Declaraciones de García Márquez para La Jornada, México, 8 de abril de 1997]

    ¿Os a gustado?

  7. Serpentina, Gon: Gracias por vuestros comentarios.

    No creo que sea incoherente. En absoluto. Una cosa es que conozca perfectamente las normas de la ortografía española, y otra que no crea que deba ser cambiada. Hoy en día la norma que existe viene de los primeros trabajos de la Academia, ¡en el siglo XVIII! Entonces hizo un excelente trabajo, pero el tiempo pasa y pasa, y los hispanoparlantes nos hemos hecho unos vagos. Ya nadie distingue entre v y b. La uve era fricativa (sonaba como la W alemana), y la b, bilabial. Ahora las dos son igualito de bilabiales: la propia Academia dice que es erróneo distinguir el sonido de b y v. ¿Por qué mantener ambas?

    Sí, lo sé: porque hay cientos de millones de libros, artículos, ensayos, textos de todo tipo escrito con la norma dieciochesca basada en la pronunciación dieciochesca. Algún día habrá que cambiarlo, tarde o temprano. Y mejor temprano que tarde. Todos los que mantienen la vacuidad del cambio ortográfico dicen más o menos lo mismo. Que hay que mantener la conexión con el latín, para que sepamos de dónde vienen las palabras. El enorme acervo de textos escritos. ¡El editor ortográfico del Word, sin el que el número de faltas de «horticultura» (Les Luthiers dixit) sería gigantesco… No nos engañemos: el número de analfabetos funcionales es cada vez mayor. Grandes cantidades de jóvenes se manejan con un vocabulario de unas quince o veinte palabras, como Martin Silenus en Hyperion… Todo lo que sea racionalizar y facilitar la correcta escritura de la lengua sólo puede redundar en incrementar la facilidad de comunicación.

    Vale, a mí me kostaría escrivir todas las palavras sólo kon la uve y no kon la ve, o kon la ka i no kon la ze, pero estoi seguro qe kon el tiempo yegaría a acerlo vien i me akostumvraría.

    O se hace bien, o n 2añs stams ablndo n smsino. ¿No?

    Y en cuanto a lo de «fijar el uso del lenguaje», pues vale, pero, insisto: ¿Alguien ha visto u oído alguna vez «cederrón»? ¿Qué tipo de fijación del lenguaje es ése? ¡Eso es un invento, puro y duro, por favor! ¿Y llamar al «software» «soprte lógico»? ¿Qué rayos es un «soporte lógico»? Introducir un galicismo (que nadie usa) para eliminar un anglicismo (que todo el mundo entiende) es una chorrada bastante grande. Y la gente sigue usando «software», como es natural; si le preguntas a alguien por el «soporte lógico», seguro que mira debajo de la mesa…

    Pero, por favor, no hagais mucho caso de este humilde informático metido a linguista, y leer el artículo de Gabriel García Márquez que ha tenido a bien publicar Nevermind… ¡Loor a Don Gabriel!
    Igual que él, sugiero que «simplifiquemos la gramática antes de que la gramática termine por simplificarnos a nosotros».
    Buen fin de semana a todos

  8. Hola. Soy estudiante de Física y curiosamente mi primer comentario en este blog que sigo desde hace mucho tiempo es sobre la ortografía. Como respuesta al artículo de García Márquez, aquí va un extracto de otro que escribió Pérez-Reverte el 6 de Febrero de 2006 en El Semanal

    Komo komienzo todo sonido parecido al de la k será asumido por esta letra. En adelante se eskribirá kasa, keso, Kijote. También se simplifikará el sonido de la c y la z para igualarnos a nuestros hermanos hispanoamerikanos: «El sapato ke kalsa Sesilia es asul». Y desapareserá la doble c, reemplazándola la x: «Mi koche tuvo un axidente». Grasias a esta modifikasión los españoles no tendrán ventajas ortográfikas frente a los hermanos hispanoparlantes por su estraña pronunsiasión de siertas letras.

    Se funde la b kon la v, ya ke no existe diferensia entre el sonido de la b larga y la v chikita. Por lo kual desapareserá la v y beremos kómo obbiamente basta con la b para ke bibamos felises y kontentos. Lo mismo pasará kon la elle y la ye. Todo se eskribirá kon y: «Yébame de biaje a Sebiya, donde la yubia es una marabiya». Esta integrasión probocará agradesimiento general de kienes hablan kasteyano, desde Balensia hasta Bolibia.

    La hache, kuya presensia es fantasma en nuestra lengua, kedará suprimida por kompleto: así, ablaremos de abichuelas o alkool. Se akabarán esas komplikadas y umiyantes distinsiones entre echo y hecho, y no tendremos ke rompernos la kabesa pensando kómo se eskribe sanaoria. Así ya no abrá ke desperdisiar más oras de estudio en semejante kuestión ke nos tenía artos. Para mayor konsistensia, todo sonido de erre se eskribirá kon doble r: «El rrufián de Rroberto me rregaló una rradio». Asimismo, para ebitar otros problemas ortográfikos se fusionan la g y la j, para que así jitano se escriba como jirafa y jeranio como jefe. Ahora todo ba con jota de cojer. Por ejemplo: «El jeneral corrijió los correajes». No ay duda de ke estas sensiyas modifikaciones arán ke ablemos y eskribamos todos kon jenial rregularidad y más rrápido ritmo.

    Orrible kalamidad del kasteyano, jeneralmente, son las tildes o asentos. Esta sankadiya kotidiana desaparese con la rreforma; aremos komo el ingles ke a triunfado unibersalmente sin tildes. Kedaran ellas kanseladas en el akto, y abran de ser el sentido komun y la intelijensia kayejera los ke digan a ke se rrefiere kada bokablo: «Obserba komo komo la paeya».

    Las konsonantes st, ps, bs o pt juntas kedaran komo simples t o s, kon el fin de aprosimarnos a la pronunsiasion de ispanoamerikanos y para mejorar ete etado konfuso de la lengua. Tambien seran proibidas siertas asurdas konsonantes finales ke inkomodan y poko ayudan al siudadano: «¿Ke ora da tu rrelo?», «As un ueco en la pare», y «Erneto jetiona lo ahorro de Aguti». Por supueto, entre ellas se suprimiran las eses de los plurales: «La mujere y lo ombre tienen la mima atitude y fakultade inteletuale». Yegamo trite e inebitablemente a la eliminasion de la d del partisipio pasao y kanselasion de lo artikulo, impueta por el uso: «E bebio te erbio y con eso me abio». Kabibajo asetaremo eta kotumbre bulgar, ya ke el pueblo yano manda, kedando surpimia esa de interbokalika ke la jente no pronunsia. Adema, y konsiderando ke el latin no tenia artikulo y nosotro no debemo imbentar kosa que Birjilio, Tasito y lo otro autore latino rrechasaban, kateyano karesera de artikulo. Sera poco enrredao en prinsipio, y abalaremo komo fubolita yugolabo en ikatola, pero depue todo etranjero beran ke tarea de aprender nuebo idioma rresulta ma fasile. Profesore terminaran benerando akademiko de la lengua epañola ke an desidio aser rreforma klabe para ke nasione ispanoablante gosemo berdaderamente del idioma de Servante y Kebedo.

    Eso si: nunka asetaremo ke potensia etranjera token kabeyo de letra eñe. Ata ai podiamo yega. Eñe rrepresenta balore ma elebado de tradision ipanika y primero kaeremo mueto ante ke asetar bejasione a simbolo ke a sio y e korason bibifikante de lengua epañola unibersa.

    No es necesario que diga cuál es mi postura. Enhorabuena por el blog

  9. Macluskey,

    Esta es la segunda vez que te escribo, porque parece ser que mi primer comentario no reunía las condiciones para ser publicado. No entiendo por qué. Intentaré ser mucho menos borde esta vez, a ver si hay suerte.

    Tu defensa de la postura de García Marquez respecto de la simplificación de la ortografía (que no de la gramática) me parece bien. Sin embargo, caes en la contradicción al criticar a la RAE y su güisqui y su cederrón. En el caso de estas dos grafías, la RAE no pretendía más que hacer coincidir la pronunciación y la ortografía, es decir, justo lo mismo que pretendéis tú y García Marquez.

    Cederrón no se ha visto nunca, es cierto. Tampoco se ha visto nunca escribir todo con v (o b) y k. Como bien has dicho tu mismo «estoi seguro qe kon el tiempo yegaría a acerlo vien i me akostumvraría».

    Respecto a tu primer comentario, me gustaría saber qué tiene de españolísimo el grafema J.

  10. Macluskey, de nada hombre!!!!

    Igual me sigue pareciendo incoherente que pidas a la RAE que no ponga normas en cómo se habla pero que pidas o esperes que sí las ponga en cómo se escribe.

    ¡Si tienes razón! ¡Lla avlas komo kieres! ¡No esperes a ke kamvien las normas para kamviar de forma de eskrivir! ¡I ke luego registren ellos la forma en la ke lo aces!

    Saludos.

    PD: otra cosa es que los de la RAE sean unos cretinos, veamos por ejemplo la definición de lívido:

    (Del lat. livĭdus).

    1. adj. amoratado.

    2. adj. Intensamente pálido.

    Pues eso, la próxima vez que digais que alguien está lívido tendreis que aclarar, o pedir que os aclaren, si es en su acepción de pálido o de amoratado. Es para matarlos.

  11. KoKeBigBoss, tremendo post. Jijiji.

    El artículo de Pérez-Reverte, como diría Ferrán Adriá, deconstruye perfectamente la lengua española.
    Ante las dudas, aclaro que mi postura es similar a la tuya. Tardé horrores en leer los últimos párrafos del artículo. Jijiji.

  12. 23 comentarios de gente supuestamente curiosa y ni uno sólo ha escrito jijear en Google.

    http://www.piornal.net/habla/vocablos_j_l.htm
    http://www.piornal.net/habla/indicehabla.htm

    Pero tampoco veo la gracia si existe un pájaro que se llama jilguero, no tiene nada que ver pero tampoco hay tanta diferencia en la palabra, ¿Qué tiene de raro?.

    Ale, a seguir viendo series dobladas en que todo el mundo habla igual (lógico siempre son los mismos 5 o 6 dobladores) y a pensar que en España todo el mundo habla como en la televisión, es decir: madrileño neutro.

    Y si el diccionario recogiera sólo las palabras que usa la gente normalmente bastaría con un folio.

    Y yo no soy extremeño, pero lo mismo vale para cualquier otro sitio.

    Antención editor: no es exactamente una crítica, cada uno tiene sus neuras, y la mia es lo «cerrado» de determinados españoles a otras formas de hablar, y es lógico si uno ve desde chico que hasta Darth Vader habla un perfecto castellano neutro, cosas de cuando te vas haciendo mayor, pejiguera se dice en mi tierra.

  13. Serpentina:

    Lívido significaba originalmente «amoratado». Sin embargo, la mayoría de la gente lo usa hoy en día con el significado de «pálido», y es por eso por lo que la RAE, muy recientemente, lo ha admitido así. Algo parecido pasa con álgido

  14. KoKeBigBoss, buenísimo y trabajadísimo tu comentario. Enhorabuena.
    No podemos saber hoy cómo evolucionará la lengua española o mejor dicho, cómo será dentro de 10, 20 o 100 años. El uso mayoritario la irá modificando muy poco a poco tal como ha sucedido hasta ahora, porque no olvidemos que no existe un estado final ni perfeccionado de una Lengua, sino simplemente momentos de su evolución y lo que hace la RAE es ir «fotografiando» puntos de esta linea evolutiva con la intención, también, de que nos sigamos entendiendo.
    Puede que un día llegue a ser como el estupendo comentario de KoKeBigBoss, pero haría falta muchísimo tiempo. Lo que no se puede pretender es forzar un cambio radical por decreto: «como la c y la k se pronuncian igual en ciertas palabra, todo con k».
    La Lengua y su uso no responden a leyes matemáticas y muchas veces tampoco a leyes lógicas, es un acuerdo común que se va puliendo con el uso y vamos asumiéndolo poco a poco.

  15. KoKeBigBoss, eso no lo ha escrito Pérez Reverte. Circula desde hace tiempo por Internet, como tantos otros textos apócrifos.

    Gon, la situación ortográfica actual es una imposición como cualquier otra. Cualquier cambio en ella será impuesto por un órgano regulador. La ortografía no tiene nada de natural ni de asunción paulatina de común acuerdo. Al contrario que la lengua, es un sistema artificial y por naturaleza arcaizante pues tarda mucho en reflejar los cambios en la pronunciación, que sí forman parte de un fenómeno natural. Por consiguiente, será «por decreto» (como tú dices) la única manera de modificarla.

    Sobre el fondo de la cuestión, la simplificación de la ortografía es posible, pero plantea dificultades mayúsculas, como la de qué hacer con el sonido «zeta», que sólo se utiliza en España (y ni siguiera en toda ella). Otras medidas, como la eliminación de la v (no de la b, porque sería un despropósito) y de la h, son perfectamente posibles. El gran problema es que, como siempre, habrá quien se oponga a ello aduciendo mentecateces relativas «al espíritu del idioma» y «a la historia de nuestra lengua».

  16. KoKeBigBoss: ¡Ahíleasdao! El escrito ése describe perfectamente la situación.

    Porque, yo no sé tú/vosotros, pero resulta que yo he entendido perfectamente el apócrifo artículo que circula por ahí (que ya conocía). Para mi gusto, comienza de forma correcta, realizando cambios que parecen lógicos (b por v, k por c de casa, j por g de geranio, etc). Ahora, cuando luego empieza a comerse letras, está cayendo en regionalismos. Cierto es que ciertos colegas hispanoamericanos se comen ciertas letras, pero otros se comen otras, los canarios otras distintas y los gallegos, vascos, catalanes, madrileños, etc, cada cual tiene sus modismos. Pero todo hablante en español ya no pronuncia «v», sino «b». Escribir el sonido «J» (españolísima porque en ninguno de los lenguajes que yo conozca la «j» se pronuncia «jjjjota» como en español) a veces con g y otras con j, es un lío, pues suenan exactamente igual, la c de cero y la zeta, y qué decir de las haches mudas, testigos ciegos de antiguas efes eliminadas del hablar cotidiano hace quinientos años por mor de la secular vagancia hispana, etc.

    La Academia debería fijar el «Español standard», aquél que es común y consensuado por todos los cientos de millones de hispanohablantes del mundo, y ayudar a su difusión. Una cosa nos distingue de los idiomas anglosajones que hoy dominan el mundo: unas normas ortográficas que permiten escribir una nueva palabra hasta ahora desconocida con precisión. Todo lo que sea seguir simplificando este principio sí que «Fija, Limpia y Da Esplendor» a la Lengua.

    Pero es mi opinión, ¿eh? Mientras tanto, ya veis que sigo usando la ortografía establecida.

    Buen día

  17. Que en español se haya elegido el grafema J para el sonido jota no quiere decir nada, Macluskey. Ni el sonido ni el grafema han sido inventados por españoles. Lo demás son nacionalismos sentimentales que no tienen cabida en la lingüística.

    La siguiente afirmación:
    Academia debería fijar el “Español standard”, aquél que es común y consensuado por todos los cientos de millones de hispanohablantes del mundo, y ayudar a su difusión.

    Contiene un error fundamental. El español estándar (sin mayúscula y sin barbarismos) no es el resultado de ningún consenso entre los hablantes. Si, como has dicho, eres aficionado a la lingüística, sabrás que la lengua estándar es una construcción que nadie habla, y así debe ser. Todos los hablantes (todos y cada uno) tienen su propia manera de hablar, su idiolecto, además de sus usos regionales y los distintos registros lingüísticos que es capaz de utilizar. Para que todo eso tenga una columna vertebral a la que atenerse, un hilo conductor que permita la comunicación entre todos los hablantes de una lengua, se crea el estándar, que es la destilación, bastante pobre y más o menos acertada, que hacen unos pocos de la lengua que hablan unos muchos.

    Es impensable que los hablantes de una lengua puedan ponerse de acuerdo en qué es o no es estándar. Tú por ejemplo creías que jijear no lo era. La variedad diatópica, diafásica y diacrónica de cualquier idioma es tal que el estándar no puede ser más que una imposición hecha por un manojillo de entendidos a un montonazo de hablantes. Y esto es así tanto en español como en «esos idiomas anglosajones» (imagino que te refieres al inglés).

    Por último, el español, aun teniendo una ortografía bastante simple, no está sólo en esto de la facilidad de escritura. El alemán y el italiano, por ejemplo, tienen ortografías que guardan una estrecha relación entre fonema y grafema.

  18. Dice Macluskey:
    «Pero, por favor, no hagais mucho caso de este humilde informático metido a linguista»

    ¿Participaste en el programa Lingo presentado por el inefable Ramoncín, que se empeñaba en escibir «hagáis» sin tilde?

    Para mí que tu intención era escribir:
    «Pero, por favor, no hagáis mucho caso de este humilde informático metido a lingüista»

    Dice Macluskey:
    «yo, que presumo de escribir con cero faltas de ortografía y de ser un rato leído…»

    Salud para todos –

  19. Muy guapo el vocabulario de la Alta Extremadura, mi lengua materna es el asturianu, y da gusto ver todo lo que compartimos, aunque no se hasta que punto son de uso corriente en Extremadura esas palabras y pronunciaciones.

    Sobre la ortografía, no creo que sea una buena idea esa simplificación, mucho más importante que él hacerla más «fácil» me parece el poder seguir la historia y evolución de cualquier palabra, esa historia y evolución son las nuestras propias.

  20. Ayyy, Tintxiko, que yo presumo de escribir con cero faltas de «horticultura», no con cero faltas de digitación en el teclado… De esas, muchas (es que soy de dedos como morcillas), y aunque procuro releer el texto antes de publicar el comentario, alguna que otra «me se» escapan. No sólo a mí, a casi todos.

    Sin ir más lejos, escribes:

    «¿Participaste en el programa Lingo presentado por el inefable Ramoncín, que se empeñaba en escibir “hagáis” sin tilde?», cuando seguro, seguro que querías decir:

    «¿Participaste en el programa Lingo ,COMA, presentado por el inefable Ramoncín, que se empeñaba en escRibir “hagáis” sin tilde?»
    ¿Ves? Cualquier escribano echa un borrón.
    Por mi parte, disculpado, y aceptad mis disculpas por escribir lingüista sin diéresis, hagáis lo que hagáis, estoy con vosotros.

    Saludos

  21. PGS: Estoy bastante de acuerdo contigo.

    Pero no en todo.

    Primero, yo no he dicho que «jijear» no fuera standard. Simplemente he hecho un chiste fácilongo (y malo). Es más, todo lo que se dice, existe. Si alguien dice: Me estoy jijeando, queriendo decir que se está riendo, pues vale. El problema vendría mayormente de que el interlocutor le entendiese.

    Yo podría decir: «Me quedé esportiláctico». Si mi interlocutor entiende lo que quiero decir por «esportiláctico», magnífico, he ayudado a actualizar el lenguaje. Si no lo entiende… pues me confundirán con mi sobrinillo de tres años cuando se inventa palabras, que para crío de tres años, vale, pero en un adulto…

    Segundo, ya sé que otras lenguas romances (portugués, francés, italiano, catalán, entre otras) y otras que no lo son (griego, por ejemplo) tienen reglas de ortografía que pronunciar correctamente una palabra leída, si conoces las normas (y tienes la guturalización adecuada, claro está). Pero son, en general, más complicadas que las nuestras.
    El alemán es un caso bastante distinto, pues tanto en su gramática como en su pronunciación, es un idioma casi casi «artificial». Remo podría dedicar una entrada al origen de la gramática alemana, que seguro que sería Curioso, razonablemente Inútil, y bastante divertido…

    Pero no estábamos hablando de eso.

    Hablábamos de simplificar la ortografía.

    A su alrededor hemos derivado, y también integrado, pero nos hemos apartado del tema principal.

    Bueno, pues yo estoy a favor de simplificar la ortografía todo lo posible.

    Os contaré un cuento:
    «Érase una vez, hace una pila de años, un informático loco que tuvo que montar un sistema informático para ayudar a localizar a los clientes de cierto prestigioso banco (en la actualidad inexistente) en base a su nombre (de los clientes).
    El problema era que cuando el empleado preguntaba: ¿Cómo se llama Vd.?, y el cliente decía González, por ejemplo, y el empleado tecleaba «GONZALEZ», el Sistema le decía «Not found» (en inglés, toma ya, para acabar de arreglarlo).
    El que había dado de alta el nombre del cliente había introducido: «gonzález», ó «Gonzalez», ó «GONZÁLEZ», ó «Glez», o’ tal o tal… Como resulta que GONZALEZ es diferente de «GONZÁLEZ», el acceso por igual a la base de datos (si hubiera sido en SQL, que no lo era por no haberse inventado aún, sería: Select * from clientes where nombre = ‘GONZALEZ’) decía que no había ninguno. «Not found», y follón asegurado, claro.
    Y el informático loco se inventó el primer sistema de actualización y búsqueda fonética por nombre de cliente que existió en España, haciendo un estudio de mucho cuidado sobre lo que se podía y no podía asimilar, codificaciones alternativas, etc.
    Ahora parece que esto es obvio, todo el mundo lo usa, por ejemplo el amigo Google, pero ese informático loco encontró antaño las mismas respuestas que D.Gabriel encontró hogaño (en realidad, hace unos pocos años)».

    Así que aquí tenéis a un convencido de la utilidad de simplificar la ortografía desde hace mucho tiempo.

    Firmado: Un informático loco.

  22. Bien, todos de acuerdo en que la ortografía ha de simplificarse… pero, entonces ¿qué tienes en contra de cederrón y güisqui? Ahí las tienes, escritas como se pronuncian.

    Por lo demás, el caso del alemán y su supuesta artificialidad es perfectamente asimiliable al del español. Por un lado, las normas son siempre artificiales porque unifican una diversidad. Por el otro, un señor de Guadalajara (México) tendría todo el derecho a opinar que el estándar (insisto, la palabra está contemplada en el DRAE) que se le impone desde Madrid es totalmente artificial en su pronunciación y gramática, pues no se atiene a lo que él reconoce como su lengua materna. La historia, y la gramática, la escriben quienes ganan, por eso el español normativo es muy parecido al castellano y el italiano de los diarios se parece un montón al toscano.

  23. De acuerdo con estar de acuerdo.

    Explico lo que no me gusta de las palabras que citas:

    – Estándar. Lo siento, pero opino que es como «software» y «soporte lógico». En todo el mundo mundial y todos los lenguajes que yo conozco, todo el mundo sabe lo que es «standard». No veo por qué tenemos que «españolizar» una palabra internacional. Va en contra de la lógica y del sentido común. Cualquier día nos dicen que, en lugar de «soporte lógico» (del francés «logiciel») para «Software», habrá que decir «sofgüer», o algo así. Y supongo que habrá a quien le guste, pero a mí, nones.

    – Cederrón: Lo mismo digo. Con el agravante, además, de que el origen del palabro (CD-ROM) son las iniciales de «Compact-Disc, Read-Only-Memory», que traducido es: «Disco Compacto de Memoria Únicamente de Lectura», ó «DC-MUL». Puestos a españolizar, podrían haber admitido «DC-MUL», o ya puestos, «Decemul». Además, y para más inri, no hacía falta españolizar nada, porque ¡Ya estaba españolizada! Silabeamos: «Ce De Rom»; si no estuviera españolizada, diríamos «Si-Di-Ar-Ou-Em», que es como lo dicen los que hablan en inglés. En fin, un esperpento, se mire como se mire.

    – Güisqui: Otra de lo mismo. Es una bebida internacional cuyo nombre es Whisky, no Güisqui. Nos fastidia sobremanera que los ingleses llamen «sherry» al Jerez, pero nosotros llamamos Güisqui al Whisky, y tan panchos. Si en todas partes del mundo mundial se sabe que el whisky es güisqui, no entiendo la utilidad de cambiarlo de nombre, se pronuncie como se pronuncie. Tampoco le cambiamos los nombres a las personas, por muy impronunciables que sean sus nombres (Schwarzenegger, es un ejemplo) ni a otros licores (por ejemplo, fodca, que es como los pronuncian sus inventores rusos).

    Y lo de la gramática alemana y su curiosa semejanza con el latín, siendo como es un lenguaje cualquier cosa menos romance, tiene su miga, pero a ver si Remo se decide y nos lo cuenta…

    Un placer.

    Saludos

  24. Pues que quereis que os diga… estoy totalmente con macluskey.

    Si hubiese que «españolizar» todos los aglicismos no se entendería nadie. Me prestas tu boligrafo de conducir (traduccion rara de pen-drive) para actualizar mi ventanas XP (que conste que utilizo linux…).

    En fin…

  25. Pero ¿por qué hay que simplificar la ortografía? No acabo de verle las ventajas.
    Por un lado aprender sus normas no requiere un gran esfuerzo: por lo que os leo aquí todos escribís correctamente (el dedo-morcilla es otra cosa) y seguramente lo hacéis desde pequeños gracias, simplemente, a una educación que se ocupaba de ello. ¿Os ha traumatizado el esfuerzo?
    Por otro lado y como se ha dicho por aquí, somos nosotros, los hablantes, los que definimos la Lengua y nosotros la hablamos y la escribimos según la hemos interiorizado y por tanto nos vale. Entonces ¿a qué cambiarla? Ojo: no soy un inmovilista, no pretendo decir que no evolucione, pero insisto en que es un proceso muy lento que si se da en la dirección que apuntáis (que puede que sí o puede que no: quién lo sabe) será porque de una manera natural la hemos ido asumiendo todos poco a poco y no (insisto Pgs)»por decreto». Y digo «por decreto» porque no acabo de entender que acuséis a la RAE de imponer entre unos pocos normas a la gran mayoría de la gente cuando vosotros pretendéis lo mismo: que todos (incluídos vosotros mismos) cambiemos la forma en que hemos interiorizado el idioma con el argumento de que resultaría más sencillo,lógico y libre de elementos superfluos. Pero ¿para quién? ¿de verdad creéis que “Obserba komo komo la paeya” es más sencillo de entender y escribir? No para mí, desde luego. Sin embargo abogáis por un cambio en esa dirección a imponer por decreto.
    Además, ¿por qué lo sencillo,lógico y libre de elementos superfluos tiene que ser necesariamente más deseable que lo complejo, ilógico y con elementos superfluos? ¿no resulta muchas veces más rico lo segundo? Me imagino que diréis que la ortogrfía es una herramienta y que como tal es preferible que sea sencilla y añadiréis que lo rico gracias a lo compejo, ilógico y con elementos superfluos puede seguir siendo lo que nosotros «esculpimos» con esa herramienta, pero esto no es cierto: el lenguaje y su escritura son herramienta y materia prima a la vez. Yo abogo por lo complejo (que no complicado); por la fascinación que produce lo ilógico y por la riqueza que aportan los elementos -muchas veces solo aparentemente- superfluos.
    Un placer

  26. Macluskey, nuevamente entras en contradicciones flagrantes. ¿No quedamos en que el idioma de es de los hablantes y no de los académicos? ¿A qué viene la erudición sobre el origen de cederrón? ¿estamos por una simplificación de la ortografía o por su etimologización? ¿Crees que deberíamos escribir distinto de lo que pronunciamos? sinceramente no te entiendo.

    Todos estamos de acuerdo en que la gente pronuncia /baso/, ante lo cual tú propones que se escriba «baso» en lugar de «vaso». Yo estoy de acuerdo, me parece bien. Lo mismo con /kuchara/, que tu propones que se escriba kuchara en vez de cuchara. Tampoco me parece mal. Entonces, si la gente pronuncia /estándar/ ¿por qué cuernos quieres despegarte de la muy cómoda correspondencia entre sonido y ortografía? ¿por qué quieres abrazar los defectos del inglés (que tú mismo criticas)? Quien escuche la palabra /guïqui/ no sabría escribirla, si hacemos caso de los puristas de la etimología.

    Por lo demás, te haces un poco la picha un lío con la diferencia entre terminología (soporte lógico) y ortografía (cederrón). Yo tampoco estoy de acuerdo con los organismos terminologizadores (o no mucho, en todo caso), pero eso no tiene absolutamente nada que ver con la ortografía. La decisión de imponer a los hablantes una solución léxica que no utilizan (soporte lógico) es una idiotez, la simplificación de la manera de escribir un término QUE SÍ utilizan para ajustarla a su pronunciación (cederrón) es muy loable.

  27. Gon,

    la ortografía debe ser sencilla porque cuanto más complicada es, menos gente la utiliza, menos gente decide plasmar sus pensamientos y fantasías por escrito. Cuanta menos gente escribe, más se empobrece el idioma, más ámbitos de la cultura y la ciencia le son vetados, más se deteriora su salud y más cerca está su muerte. El español tiene mucha suerte en ese sentido porque es una lengua con gran correspondencia entre su pronunciación y su escritura (como el alemán, por mucho que macluskey insista en reponer razones histórico-etimológicas a argumentos meramente ortográficos).

    Por lo demás, nada tiene que ver la ortografía con la forma en que interiorizas el idioma. Si quieres escribir complicado, invéntate unas reglas y escribe poesía ortográfica (es una disciplina que meinventao), pero deja que la ortografía sea lo que debe ser: una herramienta pura y dura que nos permita al mismo tiempo poner satélites en órbita y declararnos a esa chica que se sienta junto a nosotros en clase de música y que huele a canela y coco. Disculpa el arranque de adolescencia.

  28. De todas maneras, la simplificación absoluta de la ortografía es casi imposible, no sólo ya por las diferencias regionales en cuanto a pronunciación, sino por cosas como las diferentes d de dado, o la b de caballo (tan distinta de la de barco), la intrigante d final de Madrid, la inquietante primera c de acción (que se parece tanto a una «g» cuando la palabra se pronuncia normalmente y sin afectación)… en fin, cójanse un libro de fonética y maravíllense.

  29. ¡Madre del amor hermoso! Pgs ¿estas diciendo que si no cambiamos las v por b y las c por la z el español desaparecerá?
    Hay un hecho objetivo: el español es una de las lenguas más habladas del mundo (la tercera o cuarta). Es evidente que es una lengua muy rica gracias a su diversidad y extensión geográfica, a su historia, etc. Y todo esto con sus v y sus c y sus h. O sea que si las eliminamos nos comemos al inglés con patatas fritas, porque resulta que el inglés es tan complicado que hasta se organizan competiciones de deletreo de palabras y sin embargo ahí está: el primero en prácticamente todo y la verdad es que no tiene pinta de que la gente, como dices tú, deje de plasmar sus pensamientos en ella ni de que «más cerca está su muerte».
    ¿Cómo que no tiene nada que ver la ortografía con la forma en que interiorizas el idioma? Por supuesto que tiene que ver: cada una de ellas es reflejo de la otra.
    Pgs, fíjate que me pides a mí: «deja que la ortografía sea lo que debe ser» cuando eres tú el que no la deja ser tal como cuatrocientos millones de personas tenemos asumido que es, con mayor o menor conocimiento.
    ¿Qué tiene que ver la ortografía con la capacidad de crear satélites espaciales? Insisto en que ahí estan los satélites gobernados, diseñados, fabricados y tripulados mayoritariamente en inglés, el de los concursos de deletreo.

    Qué triste sería la vida sin algún que otro «arranque de adolescencia». 😉

  30. En fín, parece que he perdido el combate dialéctico.

    Nada, nada, sigamos escribiendo con nuestra magnífica y tradicional ortografía aprendida a base de cientos de horas de dictados y memorización de reglas más o menos absurdas, de las que casi siempre resulta que había alguna excepción… (aún me jijeo de risa al recordar a mi profesor de química, tan pagado de sí mismo, que explicaba la incirenación de algo para obtener no sé qué, y alguien le preguntó: «Profesor, incineración… ¿con hache o sin hache?», a lo cuál el buen hombre respondió fulminantemente «¿Cuantas palabras conoce Vd. que empiecen por ‘in’ y lleven ‘h’? ¿Eh?»… y muy al fondo de la sala, y por lo bajinis, se oyó… «hincapié!». El hombre se puso colorado, dejó la tiza y abruptamente se fue de clase… lo dicho, que aún me jijeo).

    Vale. Retiro todo lo dicho, y nada, a cederronear de manera estándar por ahí (por cierto, al menos debería ser «cederroM», sin acento y acabado en M, que por algo los españoles presumimos de pronunciar toditas las letras, así que tampoco entiendo por qué la m se ha convertido en n en este caso…).

    Un último apunte antes de regresar, con el rabo entre las piernas, a mis cuarteles de invierno… Si os dáis un garbeo por esos foros de por ahí fuera, os daréis cuenta de cómo está el patio de la ortografía entre nuestros jóvenes. Entre la ortografía esemesística, el que no hay forma de colocar una hache en su sitio, que las bes altas y las uves bajas están bien puestas aproximadamente el 50% de las veces (o sea, lo que predice la estadística para los procesos aleatorios), etc, no hay quien lea nada de provecho.

    ¡Estamos muy mal acostumbrados en CPI….!
    (Aunque el mérito es de Remo, of course)
    😉

  31. ¡Hola de nuevo! En primer lugar, pido disculpas por atribuir a Pérez-Reverte un texto sin tener más pruebas de su autoría que el hecho de que tuve que poner su nombre en Google para encontrarlo. No obstante tampoco he encontrado al verdadero autor, así que aún cabe una posibilidad de que no me hubiese equivocado.
    Ahora escribiré mis propias razones para pensar que el cambio ortográfico no es deseable, con la mayor brevedad posible.
    Para empezar, me costaría un esfuerzo innecesario eskribir komo rekomienda el jenio Garcia Markez. Después de tantos años de leer y escribir textos de acuerdo con las reglas actuales he hecho mías esas mismas reglas sin ningún esfuerzo. En vez de la memorización y los cientos de horas de dictados a los que se refiere Macluskey bastaría con unas decenas de horas de leer cómics de Ibáñez, poemas de Neruda, novelas de Eduardo Mendoza o entradas en el blog de Remo. Perdón por el peloteo, jiji. No obstante, si a alguien realmente le supone un esfuerzo escribir como recomienda la RAE nadie le impide saltarse las normas. Si estás en el colegio puedes suspender Lengua y Literatura, pero quizá ese sea el único problema: la enseñanza de esta asignatura, demasiado enfocada al aprendizaje memorístico de algo tan vivo como el propio idioma y la literatura, que hace que la ortografía se vea por muchos como algo absurdo (cuando tiene una lógica interna sutil y maravillosa) y la literatura como algo aburrido.
    Con mi anterior post sólo quería poner de manifiesto el hecho de que es más agradable leer un texto que respeta la ortografía a la que nos hemos acostumbrado que otro que no lo hace, tanto si sabemos ortografía como si no. Además el número de faltas de ortografía (perdón por la redundancia) nos puede dar una idea, sólo a veces errónea, de la cultura del que escribe o el cuidado que pone en ello.
    En segundo lugar, no entiendo las críticas a la Academia por incluir cederrón en el Diccionario. Otra cosa diferente sería que recomendase su uso, pero también se incluye CD-ROM. De esta forma, quien necesite buscarlo en el diccionario tras oírlo en alguna conversación encontrará que le remiten a las siglas en inglés y la definición correcta. Eso sí, yo digo cederrom, igual que tándem o currículum.
    Un saludo a todos.

  32. Gon, en mi último comentario matizaba de forma implícita mi postura. La simplificación absoluta es imposible, y como ya he dicho, el español es una de las lenguas con mayor correspondencia entre sonido y grafía. Esto es: la simplificación sería deseable, pero no urge.

    En cuanto al caso del inglés, yo no he dicho que la ortografía sea el único obstáculo a la utilización de una lengua. He dicho que es un obstáculo a su escritura y que si no se escribe, un idioma se acerca a su muerte. Nunca he dicho que ese obstáculo fuese decisivo. He ahí el matiz. De otro modo, lenguas de escritura tan compleja como el francés no existirían. En el caso que nos ocupa, la ortografía (no tan) complicada del inglés se ve de sobra contrarrestada por factores sociales, económicos y culturales que hacen que hoy en día sea la lengua en que más se investiga, razona y comunica. El español se habla mucho, sí, pero no se utiliza demasiado para la investigación y la ciencia por ejemplo. Ése es el auténtico peligro, que sea desplazado como lengua de cultura. Una ortografía complicada sería otro «bastón en las ruedas» (permítaseme el galicismo) de nuestro idioma. De todas maneras, ya digo que no me parece urgente.

    Macluskey, no seguiré dándote la tabarra. Dicen que a enemigo que huye, puente de plata. 😉
    …pero no puede ser cederroM porque no es así como lo pronuncian los hablantes de forma natural. Fíjate en el caso de bombón, que viene del francés bombom (caramelo) y al incorporarse al español cambió la m final por una n y una tilde sobre la o. De hecho, creo que no hay palabras en español que terminen en «-om».

  33. KoKeBigBoss, no te preocupes por el esfuerzo. Todos los cambios implican un cierto grado de nostalgia e inercias que se solucionan aplicando las modificaciones de forma paulatina, para que los recién llegados tengan las cosas más fáciles y los «veternaos» puedan seguir con sus viejas costumbres. Nadie habla de cambios repentinos, las cosas se podrían hacer de forma gradual.

    ¿Por qué quieres que la ortografía sirva para poner en evidencia a los «incultos»? ¿Por qué crees que es un buen baremo para medir algo de límites tan inciertos como «la cultura»? Yo no sé hacer una raíz cuadrada a mano, conozco bastante bien el funcionamiento de un motor de explosión turboalimentado, sé tocar la guitarra, no me acuerdo de qué era una derivada, no tengo ni pajolera idea de HTML, disfruto con la poesía de Borges, soy incapaz de leer El Quijote, sé como se determina la estructura interna de la tierra a partir de las ondas sísmicas, puedo distinguir un Albariño de un Godello ¿tú crees que soy culto? ¿crees que si un día me olvido de una tilde o de una hache te resultará más fácil llegar a una conclusión? Pues eso.

  34. ¡Macluskey! ¡Nada de cuarteles de invierno! ¡Ni de rabo entre las piernas! Precisamente una de las cosas más bonitas que tienen estos asuntos es que nadie tiene la razón al cien por cien y ello gracias a lo complejo de las circunstancias que planteamos todos. Es a lo que me refería en un comentario anterior: la complejidad estimula y enriquece y aunque cada uno de nosotros opte por defender una postura, siempre hay rincones oscuros, pequeñas incongruencias, saltos al vacío. Gracias a esta compleidad y a lo ilógico de ciertas áreas de debate el pensamiento se expande beneficiando a todos (incluido al propio leguaje) o al menos haciéndonos disfrutar.

    KoKeBigBoss: estamos de acuerdo, hablamos de lo mismo.

    Pgs: estoy de acuerdo contigo en que son otras las circunstancias que condicionan el «éxito» de una lengua y es ahí donde hay que actuar y es por ello que veo estas cruzadas a favor de la simplificación como un clavo ardiendo al que agarrarse para mitigar nuestras inquietudes, convirtiendo a un figurante en protagonista. Es como si culpásemos de los accidentes de tráfico al código gráfico de las señales.

    Un abrazo a todos

  35. Pgs, nos estamos enredando pero ¡qué caramba!

    La materia prima de mi profesión no son las palabras sino el espacio y sin embargo creo que la riqueza de lenguaje y el mayor o menor conocimiento de sus posibilidades sí ayudan también a la riqueza y complejidad de los planteamientos abstractos en cualquier profesión y a su resultado.
    No es lo mismo un espacio estrecho que uno angosto (me refiero a algo más que a la simple definición de estas palabras) ni dos fachadas confluyentes que dos fachadas convergentes ni un recorrido sinuoso que un recorrido serpenteante.
    No se si el dominio del lenguaje puede definir exactamente la «cultura» (ay madre, qué concepto más escurridizo) de alguien pero sí contribuir al pensamiento complejo y por tanto más rico.
    La famosísima máxima de Mies van der Rohe: «menos es más» no aboga por la mera exclusión de elementos superfluos sino por el titánico esfuerzo de llegar a la esencia hasta que reluzca espléndida en su desnudez.

  36. Gon,

    Confunde usted la riqueza del idioma con los caprichos de la ortografía. Yo no defiendo en modo alguno el empobrecimiento del idioma. La ortografía no tiene que ser rica, no debe serlo, su complejidad es vacía, sólo añade obstáculos a la lengua. La riqueza del idioma puede hacer avanzar el pensamiento, pero la ortografía no forma parte de esa riqueza, es sólo el medio que permite asirla. Afirmar lo contrario equivaldría a decir que el francés, por el mero hecho de tener una ortografía complicada, es más rico que el español. Ambos idiomas son muy ricos, ambos son idiomas fuertes, pero su riqueza, su fuerza y su belleza nada tienen que ver con la combinación de símbolos que se utilizan para escribirlas.

    La ortografía, en definitiva, no luce espléndida en su desnudez ni siquiera sobre sábanas de raso.

  37. Pgs, si un día se te olvida una tilde o una hache pensaré que no pusiste atención. O que has empezado la reforma por tu cuenta. De todas formas, no creo que el futuro de la lengua dependa de si sigue con la misma ortografía o la cambia, depende sobre todo de factores políticos y económicos. La gramática inglesa es tremendamente sencilla (ahora que estoy aprendiendo alemán me doy aún más cuenta) y contribuye a que se aprenda fácil el idioma. Pero la ortografía sí que es muy complicada porque sencillamente al leer una palabra no sabes cómo se pronunciará si no la oyes.
    Una cita curiosa (e inútil):
    George Bernard Shaw mencionó en cierta ocasión que fish se podría escribir ghot: gh de laugh, o de women, t de nation

  38. KoKeBigBoss,

    conozco íntimamente los vericuetos ortográficos del inglés y del francés. No le quepa duda de que el inglés es, comparativamente, un idioma bastante sencillo de escribir. En cuanto a la palabra gothi (se ha olvidado usted la i), no está del todo claro que sea de Bernard Shaw: http://en.wikipedia.org/wiki/Ghoti

  39. Aunque me parece que esto se ha convertido en una especie de foro privado, yo sí que sé lo que es la cultura:

    «Cuando todo lo que se conoce se ha olvidado… lo que queda es cultura» (la frase no es mía, sino de un sabio de cuyo nombre no puedo acordarme…).

    Y, ya para acabar, estando de acuerdo en el fondo con todos vosotros, insisto en que «cederrón» me parece una barbaridad.
    ¿Por qué le toca ser «españolizado» al cederrom y no al deuvedé, o a la tedeté, o al uveacheese (por cierto, ¿uveacheese sería con h intercalada?), sólo en el mismo ámbito de lo audiovisual? ¿O al hachetemeele, o al jotapej, o al emepetres, o al equisemeele? ¿O a la ibeeme, o la eneceerre, o la eadeese, etc, etc, etc?

    Venga ya, por favor, todo eso son siglas, y las siglas son eso, siglas, una colección de letras (generalmente iniciales) que cada cual pronuncia según se digan las letras en su idioma, pero son eso: letras separadas. Ni siquiera se españolizan las propias siglas. Todo quisque sabe qué es un DVD; si hablamos de un disco de video versátil, o de sus siglas DVV, nadie sabe de que hablamos, y lo importante es comunicarse. Aunque me convenzáis de casi todo lo demás, de cederrón, no. ¡Guerra al cederrón!

    Y por fin, sobre lo del whisky, que yo sepa ésa es una palabra inglesa (escocesa, más bien). Debería regular su uso la «Academia de la Lengua Inglesa/Escocesa», si es que eso existe. Como decía hace un siglo, no entiendo cómo hacemos campaña para que los ingleses no digan «sherry» por «jerez» (¿os acordáis de lo de jerez-xerez-sherry?), y luego decimos que whisky se escribe güisqui. ¿Porque así es como se transcribe al español la fonética original de la palabra? Pues hagámoslo con todo. Digamos Guásinton, Oclajoma, Güisconsin, Joncón o Güesminster. O Gudi Alen, Ton Jancs, Fransuá Miterrán, Charls Dargüin o Albert Ainstain….

    Pero, bueno, esto sigo siendo mi opinión (que yo sepa, aún nadie me ha ofrecido ningún sillón en la Academia, ni siquiera la z minúscula).

    Y, efectivamente, el problema de la falta de cultura que se percibe a cada paso es la falta de vocabulario, no tanto en cómo se escriben las palabras. Claro que cuando los programas de máxima audiencia de la omnipresente teuve son los grandes hermanos ó el fúrbol nuestro de cada día, no es de extrañar que la gente se maneje con unas ciento cuarenta palabras, incluyendo quince formas distintas de referirse al ayuntamiento carnal, ¿no os parece?

    Un placer, nuevamente

  40. Por cierto, Remo… ¿A que nunca se te hubiera ocurrido que semejante post diera origen a tan docta discusión? (docta por el resto de contertulios, porque llamar «docto» a un informático loco es como conceder la Medalla de las Bellas Artes a uno de esos pintores que «pintan» inyectando tinta con una jeringuilla en un huevo, y estrellándolo en un lienzo).

    Saludos

  41. Macluskey,

    Eres un campeón del enredo, el equívoco y la concienzuda mezcla de churras con merinas.

    Mezclar nombres propios de personas y lugares con el nombre común de una bebida es sencillamente un disparate. Cuando un argumento se agota, se agota, de nada sirve espolearlo hasta el absurdo.

    A mí me parece muy bien que los ingleses digan sherry del mismo modo que tú dices fútbol (¿o tú escribes football?), yo digo espagueti y mi hermana se compra un suéter de cachemira. También me parece bien que lo que una vez era la sigla RADAR sea ahora la palabra radar, o que el acrónimo MoDem sea módem en castellano, lo mismo pasa con transistor. Las siglas y acrónimos se transforman a veces en sustantivos. No pasa nada. Si nos ponemos específicos, yo tampoco soy fan de «sustantivizar» la sigla CD-ROM, sólo digo que como solución ortográfica (no morfológica) no me parece mal.

    Tú sin embargo, a veces defiendes la simiplificación de la ortografía y a veces te encastillas en tu desprecio a una palabra, como güisqui, que está precisamente en esa línea. ¿O es que tú te tomas un Wermut (ajenjo en alemán), en lugar de un vermut? ¿Distingues cognac de un coñac si se sirven de la misma botella?

  42. Jajaja soy el rey de las citas apócrifas 🙂 Y encima se me olvida la i. Yo no conozco íntimamente los vericuetos ortográficos de ambos idiomas, más bien los chapurreo (los idiomas). Sin embargo siempre pensé que la pronunciación en francés venía dictada por unas normas fijas, al contrario que en inglés. En cualquier caso, este es mi último comentario en el foro porque se está alargando mucho la discusión.
    ¡Hasta otra entrada!

    jijiji

  43. ¡Ahí estamos, Macluskey! Leña a cederrón.

    Lo que demuestran todos estos comentarios es que la Lengua está viva y como ser vivo no es una máquina lógica e infalible sino muy «humana». ¿No es más bonito así?

    Pgs: hablas de «los caprichos de la ortografía». ¿Caprichos? En absoluto. Es el producto de una evolución consensuada a lo largo de siglos y siglos, pulida por millones de hablantes y escribientes. ¿Que seguirá evolucionando? Por supuesto. ¿En qué dirección? No creo que nadie lo pueda saber. ¿Tú sí?

    Afirmas que «la riqueza del idioma puede hacer avanzar el pensamiento, pero la ortografía no forma parte de esa riqueza, es sólo el medio que permite asirla». ¡Claro que forma parte! Es cierto que el lenguaje oral y el escrito casi se «piensan» de forma diferente y a veces parece que evolucionan a distinta velocidad pero realmente no son más que dos miembros del mismo cuerpo.

    Quizás antes no me he explicado bien y he resultado incluso cursi (tal como me lo has hecho notar), pero sigo pensando que la ortografía SÍ luce espléndida en su desnudez, entendiendo ésta como una forma de dejar al descubierto sus secretos más íntimos: lengua de origen, familias de palabras, unión de conceptos, lugares en que ha evolucionado, etc.

  44. Señoras y Señores: Me lo he pasado muy bien, me habéis hecho pensar, me encanta discutir (en el civilizado sentido del inglés, no en el verdulero sentido que al verbo «discutir» casi siempre se le da en español), pues de la discusión siempre se aprende algo. Aunque cederrón me siga repateando.

    Ha sido un placer, repito, pero, como dijo el Gran Jefe Coque (es decir, KoKeBigBoss, espero que no te ofendas por castellanizar tu apodo, en este contexto, igual queda gracioso), éste es mi último comentario en este post.

    Saludos, y ¡Hasta Otra!

  45. Para mayor simplificación del lenguaje español, lo cual aparentemente redundará en un increible aumento del uso y en una reducción de las preocupaciones de sus hablantes y escribientes, propongo:

    1. La eliminación total de los tiempos verbales, que joden que no veas y a los guiris les cuesta aprenderlos un montón. Si podemos decir «mañana comer» ¿Para que coño queremos decir «mañana comeré»? ¡Si se entiende igual!

    2. Eliminación del género. Que también es un lío, y así evitaremos que los alemanes digan «estamos muy contentas» y que todo el mundo se ría de ellos. Por otro lado se ahorrará un tiempo importante en discursos de políticos y políticas pesados que siempre andan con el rollo de los jóvenes y las jóvenas.

    3. Eliminación del plural. ¿Para que sirve? «Dos libro» se entiende igual que «dos libros». En resumen, eliminado.

    4. Eliminación de los aumentativos. Tampoco sirven para nada, en vez de decir «gran alegría» podríamos decir «alegría alegría» o incluso añadir más alegrías si es que esta es muy grande. Así eliminamos palabras innecesarias y añadimos precisión al lenguaje.

    5. Teniendo nombres: ¿para qué coño queremos pronombres? A tomar viento fresco también.

    6. ¿Y los artículos? ¿Alguien puede citar un artículo cuyo uso sea imprescindible?

    7. Los acentos ni los menciono porque es obvio que son un absoluto desperdicio.

    En resumen podríamos hablar así y entendernos igual:

    Serpentina contento contento estar, ocurrencia bueno bueno tener. Serpentina esperar gente gente gustar gustar idea Serpentina y gente empezar usar idea tambien.
    Serpentina querer que Macluskey integrar idea Serpentina con idea Macluskey sobre ortografia, simple simple idioma poder ser ¿por que complicar?. Bueno bueno poder ser, extranjero extranjero rapido rapido aprender español, extranjero extranjero contento contento mañana ir Mallorca comprar casa casa. Puesto puesto trabajo crear idea nuevo tambien, para traducir libro libro antiguo a lengua nuevo.
    RAE caca, gente este blog inteligente inteligente hacer trabajo bueno bueno con idioma. Evolucion idioma prescindible ser!!!! No creer? probar!

    Saludo saludo

  46. Me habéis dejado PAS-MA-DO. Voy a leerme otra vez vuestra discusión completa. Da gusto ver a gente que se tira los trastos a la cabeza con tanto señorío. Gracias por enriquecernos con vuestra discusión.

  47. No pensaba comentar más, pero, contradiciéndome a mí mismo, como acertadamente me han hecho notar antes, no puedo dejar de comentar la sugerencia de Serpentina:

    Además de tus sublimes siete pasos, la eliminación de letras superfluas y mudas, letras desgastadas, provenientes de idiomas foráneos, duplicadas, insulsas, bilabiales palatinas y malsonantes, queda…. queda… déjame pensar…. ¡NADA!. O sea, que parece que no vamos a poder escribir nada.

    Pero no nos desanimemos; la lengua escrita no sirve más que para transmitir información de unos (los escribidores) a otros (los lectores).

    ¡Y resulta que la ciencia moderna YA SABE cómo transmitir información sin necesidad de letras ni palabras!

    Por lo tanto, amigos míos….

    01010011 01000001 01001100 01010101 01000100 01001111 01010011
    …(o, lo que es lo mismo, pero en «serpentinístico»:)
    01010011 01000001 01001100 01010101 01000100 01001111 01010011 01000001 01001100 01010101 01000100 01001111

  48. Hola,
    Sobre el artículo apócrifo de Pérez Reverte, lo publicó Roger Giménez en La Vanguardia el 17/02/04
    aquí

    Creo que, con modificaciones, es el claro origen del reenviado.

  49. Vale, Farfu, soy idiota.

    Pero al menos, yo lo sé. Hace años.

    Para otra vez, a ver si aprendes, al menos, a insultar con tronío, en vez de farfullar…

  50. ¡Qué triste y patético! Después de 66 comentarios de una discusión cordial, amena, interesante y argumentada, aparece el pobre Farfu con su regüeldito extemporáneo a dejarnos claro a todos hasta dónde pueden llegar sus capacidades intelectuales. Por fortuna y por lo que veo aquí, el nivel es otro y recomendaría al pobre Farfu que probara a frecuentar otros blogs y foros más a la «bajura» de su nivel personal e intelectivo.

    Saludos cordiales para los demás.

  51. buenos días.
    como vereis, escribo sin mayúsculas, aunque sin ninguna otra falta de ortografía (espero).
    es porque voy a defender la supresión de las mayúsculas tipográficas.
    las minúsculas, las inventaron los amanuenses medievales porque eran más fáciles de escribir que las mayúsculas. pero conservaron las mayúsculas en algunos casos.
    hoy día, por el mismo motivo, podíamos quitar todas las mayúsculas, puesto que no se pronuncian, no ayudan a la comprensión del mensaje (por que si no, el mismo mensaje hablado, tampoco sería comprensible), y porque escribir en un teclado con mayúsculas quita tiempo sin mejorar la comprensión.
    en cambio, cuando escribo a mano, procuro escribir todo en mayúsculas porque es más fácil de entender.
    quizá algo de esto haya ya sido tratado en el blog, pero no he tenido tiempo de leerlo hasta el final.
    por otra parte, aunque no he escrito abreviando, soy partidario de usar «d» en vez de «de» y «q» en vez de «que» (cuando no lleva acento), lo mismo que se usan otras abreviaturas como vd, dr, y otras que nos ahorran menos tiempo por usarse menos frecuentemente.

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