NOTA: Esta entrada está programada.
Me manda Julio (¡gracias!) unas fotos sobre algo realmente CPI. Les dejo que él mismo les cuente la historia:
En Salzburgo, cuna de Mozart, es típico (y por ende en toda Austria) los Mozartkugel, que son unas bolas de chocolate, con mazapán por dentro, y algo de pistacho, creo recordar. Pues andaba yo paseando por las calles de Salzburgo, y me encuentro con una pastelería que dice hacer los auténticos y originales Mozartkugel. Y de paso, estaban publicitando estos otros bombones «Doppler», dedicados a Christian Doppler [1], [2], [3] , que parece ser que era de por allí.
Como buen físico, no pude resistirme a entrar en la tienda y probar uno, del cual te mando la foto. El bombón en sí no tiene nada espectacular de sabor, ni nada. Es sólo la gracia del nombre, la dedicatoria y el envoltorio, mostrando susodicho efecto.
Las pruebas:
¿Se imaginan unos «Sesos de cordero a la Ramón y Cajal», o unas «papas arrugadas a la Blas Cabrera»? Me parece que por aquí no tenemos este tipo de tendencias (por desgracia).
Puestos a elejir, me quedaría con unos «callos a la CPI»
La sociedad española pasa olímpicamente de la ciencia, por algo somos esencialmente un país que a lo largo de su historia ha parido pintores y literatos… ¡Difícilmente podrían homenajear en una pastelería a ningún científico por estos lares! Snif
Técnicamente, ¿esos bombones deberían cambiar de sabor según la zona de la boca en que se encuentren?
Es que realmente Cristian Doppler nació en Salzburgo, al igual que Mozart y Herbert von Karajan.
Salud!
Ja… aquí deberiamos tener la ensaimada Ramon Llull… o las hierbas Rafa Nadal, que pegan fuerte. Vaya, lo que hacen con tal de vender un poco más.
¿Quien dijo que no se podían encontrar bombones frikis? 😀
PD: Para el que no lo pille bombón en su segunda acepción.
¿Para cuándo una crema anti-edad Albert Eistein?
Sí que se puede aplicar el efecto a la comida: siempre parece que el plato de patatas de tu hermano tiene más que el tuyo, pero a medida que te acercas te das cuenta de que tiene poco más o menos igual. Estoy seguro de que con bombones también funciona.
Pregunta al canto!!! 😀
Siguiendo los enlaces 1,2 y 3 sobre Doppler ha resurgido en mi una duda que tuve siempre. Si la velocidad del sonido en el aire es de 340m/s (a 20ºC), y por ejemplo viajamos a Match 3, le «sacamos» al sonido 680 m/s. Eso significa que si por ejemplo el viaje dura una hora, vamos 2.248 kilometros por delante del sonido, y bajamos delavión… y esperamos…. y esperamos… ¿¿Al cabo de 2 horas llegara el sonido producido??. Tendremos un «lag acústico de 2 horas» ¿?¿?. Seria divertido gritar !HOLA! a 1,5 match, no oirnos porque la onda va «demasiado lenta», parar, esperar unos minutos, y oirnos decir «Hola».
Ahora con la luz :P. Si un bonito planeta poblado por seres inteligentes crearan un telecospio con la suficiente resolucion para observar la vida en la tierra, pero resulta que su planeta esta a dos años luz. ¿Nos verían como somos hace dos años?.
Chorropolleces varias cortesia de Nestor 😛
Siento haceros perder el tiempo respondiendo esto jeje
Hmmm… habré estado ya 3 o 4 veces en Salzburgo y la verdad es que nunca he visto esos bombones de Doppler. Los Mozartkugel por supuesto, los hay en toda Austria (al menos en Innsbruck, donde he estado de Erasmus, y en Viena a parte de en Salzburg), pero por curiosidad, ¿dónde viste los de Doppler?
El texto dice, por cierto, «Este dulce está dedicado al famoso físico salzburgués Christian A. Doppler (1803-1853).». En la foto de abajo pone también a la derecha «El efecto Doppler hizo posibles progresos cruciales en la astronomía, aeronáutica y medicina, entre otros.».
Vale, un poco de Google y resuelto, aquí está la web:
http://www.original-mozartkugel.com/produkte/produkte.htm
Dice que están hechos de trufas de champán, trufas de vainilla y praliné. Creo que será mejor que cierre esa pestaña porque se me está cayendo la baba, jeje.
Víctor,
Creo que estaban en la pastelería de Ritzerbogen.
http://www.original-mozartkugel.com/standorte/standorte.htm
Nestor: En efecto, el sonido debería alcanzarte dos horas después. Lo que ocurre es que el sonido se atenúa mucho al propagarse por el aire. En dos horas de viaje ya no quedaría onda sonora, se habría disipado toda en forma de calor. Si supusiéramos que el sonido se propaga sin pérdida de energía, es correcto, te alcanzaría en dos horas.
En cuanto a lo de gritar, aunque vayas a Mach-1 te oirás, pues el sonido que produces se propaga por tus huesos craneales hasta tu oído, además de por el aire. Ése es el motivo por el que tu voz suena distinta cuando la oyes al hablar y cuando la oyes en una grabación.
Y, en lo referente a la luz, siempre se ha dicho que los telescopios son máquinas del tiempo. En efecto, la luz que alcanzara a los hipotéticos extraterrestress a dos años luz de nosotros habría tardado dos años en alcanzarles, por lo que al mirarnos nos verían tal y como éramos hace dos años.
Gracias Remo 😀
Vaya, cuando yo estuve en Salzburgo comi «orejas de Mozart». La verdad, habia que echarle imaginacion para ver las «orejas», pero el caso es que estaban buenisimas. Ummmm, chocolate 🙂
Visto en un email:
Pregunta: ¿Podría mencionar una manifestación del efecto Doppler en fenómenos distintos de los acústicos?
Respuesta: Por supuesto. Hay un efecto Doppler luminoso. Cuando los coches se acercan las luces se ven blancas, cuando se alejan se ven rojas.
Me he reído unos diez minutos…
En Sils María (Suiza) está la casa donde Nietzche escribió el «así habló Zarathustra». Es una casa museo y en una vitrina se puede ver una pequeña barrita de chocolate cuyo envoltorio lleva el nombre del filósofo y que tiene la leyenda «the power of the supermen» 🙂 Muy oporuno, ¿no creéis?