Tras una temporada de inactividad forzada por el trabajo, Agnès vuelve a las andadas en CPL: Curioso pero de Letras y reponde una batería de consultas CPL. Entre las respondidas, estaba una consulta que nos hizo GExplorer y a la que hicimos outsourcing (traducción de outsourcing: tomayapallá que a mí me viene grande):
Llevo un tiempo con una duda rondándome la cabeza. Existen en nuestra vida cotidiana unas pequeñas pastillas efervescentes que cuando las introduces en agua entran en efervescencia, pero ¿cuál es la explicación de que no exista en nuestro preciado idioma el verbo efervescer? ¿Qué es lo que hacen estas pastillas entonces? ¿Si una pastilla tomase consciencia de sí misma no podría decir «efervezco, luego existo»?
La respuesta a esta pregunta y mucho más en Consultorio CPL: Batería de respuestas. ¡Gracias, Agnès!
Bueno, aunque yo no sea Agnès, si no me equivoco, me parece que la explicación es sencilla: porque, en castellano, existe el verbo «hervir», más corto que «efervescer», cuyo origen es el mismo: «fervere».
Por cierto, ¡muy buena la «astroimagen»!
Un saludo
¿A que está guapísima cuando publica?
Uy, ¡qué honor! Salir en la portada de CPI me da como un cosquilleo… es como salir en la portada del The Times bitacoril…