[Libro] FIASCO (2005-39-R)

FIASCO
Frank Partnoy
Penguin Boooks
282 páginas

Como ya conté alguna vez por aquí, antes de empezar a hacer el doctorado estuve bastante cerca de entrar en el mundo de las finanzas, y más concretamente en el mundo de los derivados financieros. Tras algunos cursos en el MEFF, anduve echando el anzuelo en bancos y empresas del sector. Pero la llamada de la selva era más intensa, y me fui a hacer física.

Mantengo un vivo interés por las opciones y los futuros, sin embargo. Es un mundo lo que hay ahí. Y este libro es el relato de alguien que lo vivió desde dentro, en uno de los bancos más poderosos (Morgan Stanley) y en el mercado más potente: el de Wall Street.

Para empezar, veamos alguna explicación básica sobre futuros y opciones. Imaginemos que yo creo firmemente que Telefónica va a subir un montón en bolsa de aquí a tres meses. Lo lógico es que me comprara acciones de Telefónica -las matildes, las llamaron en bolsa a estas acciones, por una peli de José Luis López Vázquez en la que salía llamando a una tal Matilde desde una cabina telefónica-, para venderlas tres meses después, cuando hayan subido. Pero las acciones de Telefónica pueden ser caras y a lo mejor sólo tengo dinero para comprar unas pocas. Digamos que tengo 1000€ y que la acción está a 30€. Sólo podría comprar 33 acciones. En su lugar, puedo comprar futuros sobre las acciones de Telefónica. Un futuro es la obligación de comprar acciones en una fecha dada. El futuro sobre una acción de Telefónica puede que cueste 3€. Me puedo comprar 333 futuros para comprar Telefónicas a 31€ dentro de tres meses. Y cuando dentro de tres meses las acciones de telefónica estén a 41 €, yo habré ganado una pasta, porque las voy a comprar a 31€ y venderlas a 41€. Esto tiene un problema, claro. Si Telefónica baja y dentro de 3 meses está a 28€, yo sigo estando obligado a comprar 333 acciones a 31€, por lo que perderé 3 euros por cada acción. Como ven, los futuros dan una oportunidad de aumentar el volumen de compra cn el dinero que tenemos. Pero son arriesgados, porque si telefónica se desplomase en bolsa y cotizase a 0,1€, yo seguiría teniendo que pagar 31€ por cada una de las 333 acciones, que ahora no valdrían nada. Un riesgo. Para eso surgen las opciones, en las que yo no compro la obligación de comprar o vender a un cierto precio, sino el derecho a hacerlo. Si las telefónicas han bajado mucho, yo no las compro y ya está. Sólo he perdido el precio de la opción. Las opciones son más caras que los futuros, pero son más seguras. Una opción tiene las pérdidas limitadas al precio de la opción. Un futuro no tiene pérdidas limitadas. Las que les acabo de contar son opciones y futuros sobre acciones, pero también los hay sobre cotizaciones de monedas, sobre tipos de interés, sobre cualquier cosa. Parece a veces una casa de apuestas.

Es un mundo complejo, hay muchas matemáticas detrás y es apasionante, en mi opinión. La historia de Partnoy cuenta cómo llegó la primer banco mundial en opciones y futuros y cómo vivió el boom de los derivados financieros en los años 90. Narra las prácticas absolutamente poco éticas de los bancos, la absoluta inopia en la que vivían las autoridades económicas federales y las pérdidas multimillonarias (la unidad de bancarrota que utiliza Partnoy son los mil millones de dólares) que sufrieron algunos fondos de pensiones y empresas en aquella época.

El libro es muy interesante. En los primeros dos capítulos hace una estupenda introducción al funcionamiento de estos derivados financieros, y de ahí en adelante comienza la vorágine en la que se nos cuenta cómo se evadían las normas federales de inversión, como se atraía a las empresas a invertir en descabelladas opciones exóticas y cómo, al final, hubo tantas quiebras y bancarrotas. Nuestro protagonista dejó este mundo a los pocos años de entrar en él. Y eso que, como él mismo cuenta, no era especialmente delicado a la hora de la ética. Me recuerda a la historia que narran Rolfe y Troob en Monkey Business, aunque él trabajaba en otra rama del negocio. Mi nota: Muy interesante.

6 comentarios en «[Libro] FIASCO (2005-39-R)»

  1. Cuando tenía 13 años mi amigo Santi y yo pasábamos las horas muertas jugando en su 286 tarjeta CGA a un juego pirata comprado en el mercadillo del Alameda llamado «Wall Street». Venía en un floppy de 5’15. Creábamos personajes, vendíamos, comprábamos, nos puteábamos, nos pasábamos dos días sin hablarnos por alguna guarrada hecha al otro… al final siempre perdía yo porque compraba acciones de empresas condenadas a muerte porque me daban pena o porque me las imaginaba renaciendo de las cenizas. Santi me dijo «tío, es que los románticos no podéis ser ricos nunca». Jejejeje, acertó de pleno.

    Y, de todas maneras, a mí esto me sigue pareciendo ganar y perder dinero del monopoly…

    Gracias por la reseña. Pero este no me lo leo 🙂

  2. Hola Remito (A las pruebas me Remito) Una ligera apreciación: Los futuros no «valen» dinero, no tienen un coste como una prima de una opción, (un futuro no vale 3€ en ningún caso). Si las acciones valen M€, yo me «compro» un futuro a N€ (no cotizan igual, Pfut(teórico)=Pcont*exp(-(r-q)*t), donde r:tipos, t:plazo, q:dividendos estimados pagaderos en el plazo) teniendo que depositar unas garantías en MEFF de x€ que SIGUEN SIENDO MÍOS (normalmente un 10% del precio por cada contrato y deben proporcionarlas TANTO VENDEDOR COMO COMPRADOR). En el caso del Ibex, el Futuro está a 10.638€, tiene un multiplicador de 10 Ibex, (i.e. me da derecho a 10 «Ibex» por contrato, aunque sea una entelequia) y las garantías son de 6000€. El Ibex en contado está a 10.667. Estas garantías me dan intereses durante el tiempo que la cámara las tiene en su poder (repo diario) y que me devuelven en el momento en que venda los futuros, que por supuesto no tengo por qué quedarme hasta vencimiento. Estas garantías van ajustando día a día la diferencia entre la valoración de un día al siguiente en el precio de los futuros, de manera que, al deshacerme de los futuros y serme devueltas las garantías, ya tengo la rentabilidad acumulada hasta ese mismo momento contabilizada. Estas garantías se depositan para poder hacer frente a los pagos que fuera menester en el caso de que una parte de algún contrato de futuros de cualquier miembro del mercado incumpliera su compromiso declarándose en quiebra. Por eso MEFF es un «Mercado Organizado», porque tiene «Cámara de Compensación» en donde se depositan las garantías. Los acuerdos de «Forwards» son los futuros que se negocian «over de counter» (OTC) entre dos contrapartes estableciendo sus propias claúsulas (vía contratos ISDA) en los contratos, por tanto, al no haber cámara de compensación, tienen los mismos efectos pero tienen cierto riesgo de crédito para el comprador y el vendedor, ya que alguno de estos podría no pagar en un momento dado. La única diferencia entre comprador y vendedor es que uno es alcista y el otro bajista (uno está «largo» y el otro «corto» de subyacente)

    Después de este sermón, lo que quiero aclarar es que las opciones tienen PRIMA, nos cuestan dinero porque COMPRAMOS UN DERECHO. Los futuros son un ACUERDO entre dos partes, por lo que, no conllevan ningún pago de prima de una parte a otra, de hecho, los futuros tienen mucho más riesgo que las opciones. Mientras que estos tienen su pérdida ilimitada, las opciónes sólo tienen riesgo de prima, que en ocasiones, es alto si las condiciones de mercado no son favorables a la hora de comprar las opciones (volatilidad, tipos de Interés, dividendos esperados del subyacente, plazo a vencimiento…), pero siempre es un «suelo» importante de cara a posibles pérdidas.

    Besos mil,

    Lola

  3. Te felicito por la explicación, muy clara y pedagógica. Me pareció curioso que, en tu caso, la llamada de la selva no haya sido la otra: la de la selva del dinero, la especulación financiera y los «juegos» de finanzas. En todo caso, así como los cuerpos o las particulas, los mercados siguen movimientos mas o menos uniformes, a lo largo del tiempo.

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