Este es el aspecto de la ciudad de Aceh, en el noroeste de Indonesia (Isla de Sumatra), en fotos de satélite antes y después del maremoto (clic para ampliar). Las imágenes dicen mucho sobre el grado de devastación alcanzado. Puede apreciarse cómo cientos de viviendas han quedado absolutamente arrasadas, junto a carreteras, puentes e incluso el puerto de la ciudad. Es impresionante. Las imágenes están sacadas de El Mundo.
En la bitácora de Javier Armentia pueden leerse dos entradas sobre este terremoto y sus consecuencias, sobre todo la noticia de la Agencia Espacial Italiana sobre que el eje de rotación de la Tierra se había movido, muy interesantes ambas (1 y 2). Javier Armentia es doctor en astrofísica por la Complutense de Madrid, y dirige desde hace bastantes años el planetario de Pamplona. Le conocí en las charlas que daba (él) sobre escepticismo en la UCM. Un tío que sabe de lo que habla. Un poco menos interesante cuando se pone a hablar de política en el blog, pero muy recomendable en todo caso.
Las últimas noticias son de 125000 muertos, aunque la cifra puede seguir subiendo, pues lleva una semana haciéndolo [Nota posterior: Al final se alcanzaron más de 300.000 muertos]. Como dato curioso dentro de la desolación, podemos señalar que los tsunamis sólo rompen cuando el fondo tiene poca profundidad. Muchos barcos se cruzaron con los tsunamis pero ni se enteraron. En mar abierto un tsunami puede levantar un metro sobre la superficie. Una ola más, vaya. En una de las pequeñas islas de la costa de Pukhet, en Tailandia, un guía turístico llamó a la oficina diciendo que habían detectado varias mareas excepcionalmente altas y bajas en tan sólo una hora. Bueno, pues esas eran las olas asesinas. Pero como la isla era pequeña y no estaba en una zona de fondos marítimos bajos, la ola no llegó a romper y rodeó la isla. En Maldivas, los fondos son muy poco profundos, para su desgracia.
